Nos encanta trabajar con este material porque su manipulación resulta muy atractiva para los peques. Les permite relajarse, entretenerse y a demás nos viene bien para trabajar el trazo de forma más lúdica. Dibujan en la arena mientras que coordinan sus movimientos y relajan las muñecas.
El cajón de arena ya era un recurso de los que sugería María Montessori, ya que la estimulación de los sentidos es fundamental en los primeros años de vida.
En esta ocasión nos hemos encontrado con unos animales que estaban pastando y jugando en la tierra: caballos, vacas, cabras, cerdos… nos ha venido de maravilla para estudiar sus huellas: forma, tamaño, causa/efecto… Y si no era ya suficientemente divertido, la profe nos ha dado unas bandejas con agua, donde poder lavar a los animalitos que estaban muy sucios de tanto revolcarse en la tierra.